Hace seis meses Leonardo Moreno asumió como representante en Chile de Fundación Avina, luego de una larga trayectoria de trabajo en pro de la superación de la pobreza en el país. Desde su nuevo cargo, forma parte de la Secretaría Ejecutiva de Escenarios Hídricos 2030 (EH2030), instancia que es integrada por tres organizaciones: Avina, Fundación Futuro Latinoamericano y Fundación Chile.
Durante este tiempo, Moreno se ha estado interiorizando sobre lo que está realizando EH2030, iniciativa que a comienzos de este año dio inicio a una segunda fase de trabajo. En esta etapa hay un importante énfasis en el enfoque territorial, particularmente en dos cuencas piloto, Maule y Maipo, donde con actores locales se desarrolla la construcción colectiva de hojas de ruta de soluciones que permitan abordar el riesgo y la brecha hídrica.
Asimismo, se está avanzando en el diseño de una propuesta de sistema institucional de gestión de recursos hídricos a nivel nacional y de cuencas, para lo cual se ha consultado con especialistas, se han revisado diferentes estudios, y también se está realizando un proceso de co-construcción con los territorios
Ud. ha trabajado durante años en estrategias contra la pobreza, ¿cómo se relaciona ese tema con la situación del agua?
El agua se ha transformado en un tema fundamental para poder entender el fenómeno de la pobreza, es un disparador de los temas de pobreza en Chile; en el mundo urbano y en el mundo rural, los problemas del agua influyen en el bienestar de las familias, en el desarrollo del país… El vínculo entre el agua y la pobreza es alarmante.
Lamentablemente, hemos seguido un modelo extractivo que gasta mucha agua y no hemos discutido sobre la forma de trabajar de una manera racional respecto a las necesidades, tanto de los pequeños productores, como las familias, y también el consumo de agua como un recurso para la gran minería, la industria y, especialmente, la gran agricultura.
El tema del agua es algo que nos afecta a todos de manera cotidiana, nos complica o nos facilita la vida, por eso debemos discutirlo, no solo desde el punto de vista técnico, sino como parte de nuestra vida en sociedad y, en ese sentido, es un tema político.
¿Qué destacaría del trabajo que realiza Escenarios Hídricos 2030?
Creo que Escenarios Hídricos 2030 es de aquellos espacios en los cuales se aplica el concepto de “pares improbables”, es decir, la posibilidad de juntar a personas que en general no se sientan en la misma mesa a discutir temas que, sin embargo, les son comunes. Creo que ese es un tremendo aporte de EH2030. Por ejemplo, las dirigencias de los comités y cooperativas de Agua Potable Rural (APR) conversan entre ellas; lo mismo el sector empresarial, dialoga entre sí, pero la posibilidad de sentar a estos dos actores en una mesa, a distintas instituciones, con diferentes miradas, en torno a un recurso tan importante como es el agua, me parece que es un gran aporte y es lo que le hace falta al país.
Cuando se tocan temas complejos se suele creer que hay que tener las cosas relativamente claras, pero me parece que la posibilidad metodológica pasa a ser absolutamente central. Es decir, 10% de buenas ideas y 90% de aplicación, y creo que EH2030 puede aportar precisamente ese 90%. Me refiero a la metodología, la rigurosidad y no abandonar el tema hasta efectivamente tener soluciones viables, creo que eso es lo más difícil cuando se piensa en políticas públicas, sobre todo en algo tan complejo como es el tema del agua.
¿Aunque esto signifique tomar más tiempo en llegar a acuerdos?
Quizá se tarda más, pero creo que aquí se aplica un viejo y sabio dicho del campo chileno: “Si quiere llegar rápido, ensille bien el caballo”. Es decir, es fundamental avanzar, pero para lograrlo es necesario detenerse en aquellos aspectos que requieren profundidad, que requieren análisis, lo que permite tener una mirada de largo plazo, más allá de las coyunturas.
Creo que hay asuntos en Chile sobre los cuales tenemos que aprender a trascender. Es el caso del agua, de los recursos naturales; más allá de que también son dinámicos, son de aquellas cosas que trascienden a los gobiernos, a las generaciones, por eso me parece que es tan importante el trabajo que hace EH2030 al plantear una visión que va mucho más allá.
Desde Avina observamos esto con mucho interés, porque creemos que es posible replicar en otros lugares esa capacidad de juntar “pares improbables”, para hablar de temas que les son comunes con sentido de trascendencia, a pesar de las diferencias.
En el último comité consultivo, del 2 de diciembre, se mostró el grado de avance en los productos de la segunda fase de EH2030 (2020-2021), ¿qué le pareció ese informe?
Creo que los avances son muy significativos. Primero, poder hacer el mapeo de cada una de las dos cuencas piloto, en su conjunto, de manera integral, y poder plantear soluciones bajo una mirada integral, escuchando a los actores territoriales, es súper relevante. Además, abordar el tema del agua desde las cuencas, que es lo natural, es un aporte tremendamente importante.
Respecto de la institucionalidad, se ha hecho un buen barrido de información y creo que los lineamientos se encaminan en la dirección correcta (…) Hay otras iniciativas similares; yo he participado en dos o tres, pero no me parece que sea un esfuerzo vano porque, finalmente, en la medida que vamos orillando el problema vamos integrando más elementos a la solución.
En este punto hay asuntos que van de la mano: normativa, institucionalidad, presupuesto y, sobre todo, abordar el agua con una mirada país y no por sectores. Solo de esta forma podremos satisfacer lo que se denomina el derecho humano al agua de una manera integral, porque es algo que actualmente no tenemos.
Todo ese avance me parece muy esperanzador.
Otro de los temas abordados en ese comité fue la motivación por aportar al debate constitucional, ¿qué opina al respecto?
De una manera u otra, el proceso constitucional está abriendo una puerta para volver a observar lo que ha sido el tratamiento del agua en Chile en el último tiempo (…) El hecho de que tengamos una convención que se va a dedicar a esto me parece muy relevante, sin embargo, vamos a tener que aprender a avanzar en paralelo, tanto en el diseño institucional, normativo, constitucional, como en resolver problemas cotidianos.
Como bien lo dijo una de las participantes del Comité, durante un buen tiempo seguiremos con una crisis sanitaria, social y económica que debe ser abordada, al mismo tiempo que vamos a estar pensando en el futuro.
Es decir, no podemos esperar a tener una Constitución en tres años más para resolver los problemas de hoy; esto va a requerir un diálogo muy profundo con las comunidades, con todos los involucrados, por eso me parece que Escenarios Hídricos 2030 es un muy buen aprendizaje, es un muy buen lugar para discutir todos los temas desde intereses muy diversos, pero con un acercamiento constructivo.
«Creo que hay asuntos en Chile sobre los cuales tenemos que aprender a trascender. Es el caso del agua, de los recursos naturales; más allá de que también son dinámicos, son de aquellas cosas que trascienden a los gobiernos, a las generaciones, por eso me parece que es tan importante el trabajo que hace EH2030 al plantear una visión que va mucho más allá».